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UN GATO EN EL BALCÓN

 

Hoy veo la tele, la cara de los ministros, del presidente del gobierno y la del jefe del Estado.

Veo caras de preocupación, sobre todo en la de los ministros. En la del Jefe del Estado no veo nada, en la que me fijo más es en la del presidente...

 

Estos días, con tanto lío, error, desmentidos, silencios, declaraciones llenas de pánico, etc. solo quiero fijarme en las caras de los hombres, que dicen más que muchas palabras diseñadas para el momento adecuado.

El presidente guardó silencio mientras muchos hablaban de errores cometidos, fallos informativos, confianzas equivocadas...

Hoy el presidente ha dicho que el proceso está roto y que no hubo ningún error informativo.

Ha desmentido todo y a todos. Y lo ha hecho con mirada de hombre obcecado e irritado.

Le han fallado los hombres en los que había confiado un proceso imposible. Se ha sentido manipulado y engañado por sus propios compañeros de partido. Eso es lo que la mirada de Zapatero hoy me ha dicho. Una mirada de cabreo mayúsculo hecha por un hombre más poderoso de lo que aparenta, una mirada de hombre obcecado, tanto que, de ser su enemigo, hoy temblaría.

No me gustaría estar al otro lado. No sé quien le ha tomado el pelo. No sé si ha sido un servicio de inteligencia extranjero o tan solo la banda terrorista, no lo sé, pero por si acaso, yo, de ellos, estaría muy lejos.

Lo que es seguro es que el proceso ya no existe, y por si alguien tenía alguna duda, no ha dicho quien lo había roto definitivamente, no ha soltado prenda porque tal vez haya sido él, el que se lo ha cargado en última instancia, el que ha decidido acabar con ETA y sus apoyos a hostias sin mediar más palabras.

Con ETA era imposible llevar una conversación medianamente inteligente, eso lo sabíamos todos, lo que no conocíamos es de la determinación de este hombre, del cabreo que lleva y el ajuste de cuentas que se avecina.

Eso nadie me lo ha dicho, solo lo intuyo por su mirada de profundo odio y la temerosa de su entorno.

 

 

 

1 comentario

Ruth -

Espero que tengas razón y que esté muy, pero que muy cabreado. Espero que se ponga a repartir hostias en forma de justicia y que haga pagar a quien le haya tomado el pelo. En nombre de todos.
Un abrazo, un gusto encontrarte.