EL "NOUVINGUT" (RECIÉN LLEGADO)
El arte de hacer buena política es tener una visión lo más clara posible del futuro.
Un político puede errar o no, puede saber emitir sus ideas mejor o peor. Los electores pueden errar o no, pueden ser ciegos o no serlo...
Lo que me pregunto es si, en realidad, los ciudadanos quieren ser ciegos o no, ciegos ante un futuro que cada vez se ve más claramente oscuro.
¿Qué nos ocurre?
Pues que cada vez valoramos más el presente y menos el futuro. Eso es lo que ocurre.
Cuando un ayuntamiento deja edificar y por ello degradarse una zona irremplazable de su municipio, lo que está haciendo es invertir por una necesidad perentoria y momentánea hipotecando de por vida su futura historia.
Eso tan sencillo, eso que vemos día a día sin movernos, sin rebelarnos, es tan solo un ejemplo, un pequeño ejemplo de lo que ocurre en todos los ámbitos.
Antiguamente, nuestros antepasados plantaban árboles para poder cortarlos en la siguiente generación, eso lo hacían confiando en que sus descendientes harían lo mismo y, así, daban una dote a sus hijas. Una costumbre muy arraigada en el Pirineo catalán, una costumbre perdida y no por la razón que las hijas no necesitan ya dote, sino por desidia. Se cortan los árboles, se venden o hace fuego con ellos y no vuelven a replantarse.
Eso tan sencillo es otro ejemplo de lo que ocurre en nuestras mentes. Estamos sacrificando el bienestar de nuestros descendientes por un supuesto y pasajero bienestar perentorio.
Eso se ve en la dilapidación que hacemos de la tierra y sus recursos, de la cultura, de la política de urgencias momentáneas, del paisaje, de los mares...
Y, eso, tan profundo y, a la vez, sencillo, me ha salido al leer la nueva ley de política lingüística de la Generalitat catalana. Y vamos aviados, porque, a no ser que venga el gobierno central y legislativo a remediar tal desaguisado, los catalanes del futuro serán unos pequeños aislados semi-ignorantes. El presente no, el presente es un bilingüismo en el que el catalán sale perdiendo por las costumbres innatas del carácter cosmopolita de nuestros ciudadanos.
Nuestros políticos, al buscar una solución al problema, problema inexistente, ya que el mismo carácter cosmopolita hace que el “nouvingut” (recién llegado) tenga interés en integrarse, en adaptarse a una sociedad que lo acepta con facilidad, entonces, digo, el “nouvingut” hace un esfuerzo por empaparse de la nueva cultura, una cultura rica y no agresiva. Y, repito, nuestros políticos, para solucionar ese seudo-problema, han convertido nuestra cultura en agresiva...
Y la han cagado.
9 comentarios
Ana -
Pero el tema de universidades, escuelas, y demás...debería tenerse más en cuenta. Las familias que llegan a Cataluny/ña para un período de tiempo no superior a un año, con hijos, tienen serias dificultades y no pocos cabreos.
Besos, tolerancia y buen rollo. Un trío perfecto para acabar con la sarta de estupideces que hacen nuestros "próceres".
PrincesadelGuisante -
Zuriñe -
Portorosa -
pau -
Con los problemas que tenemos en Europa por lo mismo... y, encima, en nuestra propia
pequeña casa...
Portorosa -
Creo, de todos modos, que la cosa cambia mucho si estamos ante algo espontáneo, natural, o, por el contrario, ante algo impuesto.
Un saludo.
Ken. Capitán -
Me gusta tu gato en el balcón...
pau -
Eso es un problema de tiempo, lo que es posible, es que a partir de ahora, se agrave.
reflejos -
Saludos.