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UN GATO EN EL BALCÓN

CELESTINO Y EL PARO

 

    Celestino Corbacho ha dicho que durante el 2009 se destruirán más puestos de trabajo, pero sin llegar hasta los cuatro millones. Supongo que Celestino, al que conozco, sabe lo que dice. No es hombre de caer en trampas dogmáticas ni de engaños gratuitos, es consciente que la mentira, muchas veces, es peor que la verdad. Quizá su procedencia, en la que un mal engaño no se perdona, hace que no caiga en trampa tan estúpida.

    Celestino no cuenta con los muchísimos miles de autónomos que ya no disponen de trabajo y siguen, mediante argucias, desesperos y chapuzas mal pagadas, cubriendo sus cotizaciones; como tampoco con los que ya no la pagan por imposibilidad económica.

    Miles, quizá cientos de miles de inmigrantes, tienen derecho a residencia por ser autónomos. Miles, tal vez cientos de ellos, de trabajadores autónomos dependían exclusivamente de contratos eventuales expedidos por empresas de la construcción, de la automoción, de la telefonía, de la hostelería, del transporte... trabajadores que antiguamente estaban con contratos eventuales en las empresas, pasaron, por indicación de éstas y ante la imposible renovación, a ser autónomos trabajando para las mismas por cuenta ajena.

    No sé que números utiliza Celestino. Dudo que se fíe de los del ministro de hacienda, como de los de la oficina económica del presidente. Celestino no es tonto, por tanto, sabe que debe ir por libre si no quiere mentir y ser el hazmerreír en su tierra.

 

    Durante el 2009 la situación empeorará, la venta de nueva vivienda, que hoy parece haberse estabilizado, volverá a caer por haber finalizado la construcción de las que habían sido antiguamente contratadas; y la de segunda mano seguirá bajando de precio y, quizá, los alquileres también.

    El paro subirá hasta cotas nunca vistas en este país, puesto que miles de pequeñas y medianas empresas, las que soportan más trabajadores después de todo y que los están aguantando con más ahínco, cerrarán por falta de negocio, exceso de gasto y la imposibilidad de acceder al crédito para cambiar sus viejas estructuras, desarrollar nuevos productos y entrar en nuevos mercados.

    La banca, después de haber absorbido el dinero prestado por el Estado, se verá obligada a reestructurar su plantilla, cerrará oficinas, se fusionará y despedirá miles de trabajadores.

    Los ayuntamientos ofrecerán trabajos sociales poco remunerados y escasos, ya que el dinero recibido por el Estado será insuficiente por haber sido, en su mayor parte, distraído en la banca.

    Mis previsiones quizá se parezcan a las del ministro con algún añadido. Es seguro que el paro sobrepasará el número de cuatro millones, y si las estadísticas dicen lo contrario, será porque alguien habrá variado el sistema de medición. La realidad será aún peor si llegan a contabilizarse los autónomos dados de baja o sin actualizar sus pagos. Durante el 2010 el paro seguirá en aumento hasta estabilizarse, más por los errores económicos cometidos que por la situación real, ya que en el resto de Europa, entre mediados y finales del 2009 empezará una tímida reactivación que servirá, inicialmente, para frenar la destrucción de empleo.

 

 

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