Blogia
UN GATO EN EL BALCÓN

MERCANCÍAS O PERSONAS

 

    Por la noche la autovía de Murcia a Madrid es una constante caravana de grandes camiones repletos de mercancía. Hay momentos que adelanto hileras de siete u ocho camiones seguidos, me recuerda la carretera de Zaragoza a Barcelona, las grandes hileras de camiones que abastecen Barcelona y su entorno con productos de la huerta, carne etc.

    Por las carreteras y autopistas españolas circulan diariamente docenas de miles de camiones que van de un sitio a otro, a Francia, Marruecos, Portugal, etc.

    Hemos construido la red de trenes de alta velocidad más grande de Europa, lo que tampoco es extraño dado el tamaño de la nación y lo muy repartido de su población, pero no hemos pensado en el transporte de mercancías.

    El ir y venir de ejecutivos no produce riqueza ni soluciona los problemas de abastecimiento de una sociedad. Las nuevas tecnologías hacen que, para negociar, firmar, leer contratos, discutir políticas empresariales ya no sea necesaria la presencia física. Lo que sí es necesario es el trasiego de productos de una comunidad a otra, la manutención de una sociedad no puede conseguirse de manera virtual. Una sociedad que avanza y crece necesita constantemente un sistema de transporte mejor, más rápido y elástico.

    Gracias a los trenes de alta velocidad, nuestros ejecutivos, comerciales, etc. se moverán rápidamente por toda la geografía nacional con unos costos de energía cada día más bajos, mientras que nuestros productos siguen utilizando para su transporte sistemas obsoletos y caros.

    Un ciudadano, para viajar, necesita comodidad, gran espacio y seguridad; en cambio los productos solo precisan el espacio que ocupan.

   

    Mi propuesta es que el sistema radial con centro en Madrid, se adapte para el transporte de mercancías durante la noche y salteadamente durante el día, y el resto para las personas; también que se construya basándose en las necesidades de cada región y su potencial crecimiento económico, y no en las necesidades políticas y electorales del momento. Un tren de Bilbao a Barcelona, pasando por Zaragoza y Lleida. Un corredor que uniera toda la cuenca mediterránea peninsular; y otro que uniera éste con Marsella, Niza, Montpellier, etc.  para transportar las mercancías de un lado a otro, y poder expedir las manufacturas de esas sociedades; la química de Tarragona hacia el Atlántico, y la alimentaria de Zaragoza, de Lleida y de la huerta levantina hacia la gran urbe consumidora y el norte de Europa, y así ir agrupando zonas de influencia como, por ejemplo, Madrid con Lisboa y Oporto.

    La sociedad europea ya no tiene fronteras, las mercancías españolas y portuguesas circulan por toda la península. Las grandes redes de infraestructuras europeas deberían ser proyectadas desde Bruselas y no desde las capitales de cada Estado, para conseguir vertebrar de manera inteligente la Unión según cuales sean sus necesidades.

    Es una estupidez construir trenes de alta velocidad para personas en áreas de poco trasiego y aun menos rendimiento económico. Y por otro lado olvidar la gran necesidad de un transporte de mercancías con calidad que precisa el corredor mediterráneo, desde Almería hasta el norte de Europa.

    Un sistema de transporte rápido y seguro ahorraría millones en carburantes, se ganaría seguridad y no sería necesario construir nuevas carreteras; sería mucho más soportable ecológicamente al producir menos gases de efecto invernadero. El mercadeo sería más económico y aumentaría el comercio entre las grandes áreas productivas. Los centros logísticos se desplazarían cerca de las estaciones de mercancías para, desde allí, repartirlas por toda el área de su influencia. En caso de conectar los grandes puertos con ferrocarriles rápidos y seguros, ya no serían necesarias las grandes travesías con barcos.

    Un puerto del norte de Europa podría conectarse con otro del sur, ahorrando toneladas de combustible, tiempo, contaminación y mucho trasiego de barcos por el canal de la Mancha y el estrecho de Gibraltar.

 

    Hoy vemos en Barcelona como pronto va a ser necesaria la importación de agua potable desde Almería y el Ródano. Aun recuerdo cuando el ministro Borrell, estúpido y pedante como pocos, negó el trasvase de agua del Ródano hacia el área de Barcelona con la excusa de la unidad patria, aunque nunca se le escuchó una queja por la importación de electricidad francesa. Ahora el caudal del Ter es diez veces inferior al mínimo ecológico, y del Ebro es imposible extraer una gota de agua.

    Este año a duras penas se conseguirán llenar los embalses de Huesca para regar la huerta aragonesa, mientras, aun ese escuchan voces insultantes por la falta de solidaridad aragonesa y catalana hacia la huerta levantina, supongo que más por falta de cerebro que de dignidad.

    Si se circula por la carretera que va desde Tarragona hasta Valencia pueden verse decenas de miles de árboles razonablemente bien regados con sus cítricos en el suelo. Si se circula por las carreteras de Lleida y Fraga se pueden ver decenas de miles de árboles deficientemente regados a causa de las restricciones. Eso sí, cuidados y sin un fruto en el suelo.

 

 

3 comentarios

Luna -

Me parece estupendo todo, menos lo de dejar el día para circular personas por las autovías ¡¡menudo peligro ! Imagino que los camiones los conducirán robot y no personas...
Si es que las fiestas...

Saludos

pau -

Se trata de que no sea necesario el trasiego de tu coche hasta París. Los automóviles, tal como los tenemos planteados actualmente deberían desaparecer.
Llegas a París, Berlín o Madrid y si quieres un coche puedes alquilarlo, debe salirte más barato que transportar el tuyo. Pero lo mejor es el transporte público.
Y sí, la empresa va muy atrasada con respecto a la tecnología. No puedes imaginarte los problemas que tengo por ello, con mis representantes, con mi competencia, etc. Gente joven, de cuarenta y pocos, que no saben lo que es un correo electrónico, que no saben escanear un colorido de moda, etc.

carlos martinez -

Tienes mucha razón en todo.
Hay una cosa que no es real y es la supuesta modernez. Cuando veo un empleado delante de un ordenador me pongo a temblar, y de esto tengo casos diarios para demostrarlo. Pero lo evidente es el negocio del asfalto a corto plazo y no el ferrocarril. Como lo de talar montes y no repoblar.
Vamos de culo pero de culo total. He tenido la desgracia de conocer la implantación de la informática en las empresas y la madre que los parió que retraso. Como para hablarles de videoconferencias ja ja ja menudos mendrugos. ¿Te imaginas Murcia-Paris en tren con tu coche a bordo y luego disfrutarlo al llegar? . No existe