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UN GATO EN EL BALCÓN

FASCISMO ESPAÑOL

 

 

 

 

     No era mi intención introducirme es esta refriega. Todos los que me conocen saben lo que pienso sobre el partido de ultraderecha español, pero si hay algo que me sabe mal, que hace que me preocupe, es la inopia en la que anda metida una gran parte de la ciudadanía, la absoluta confianza en la bondad y sinceridad de una gente que no tiene conciencia.

 

    Porque estamos hablando de un partido político cuyos mandos han despreciado hasta lo indecible todo lo que no es pensamiento único, lo desprecian con descaro hasta el punto de crear desasosiego.

 

     Hace muchos años un partido usurpó el poder en Italia, un partido que algunos creían demócrata. Comenzó por prohibir la lectura y difusión del pensamiento contrario.

     No es el caso por la razón que el partido del que antes hablábamos no gobierna, pero la similitud de sus maniobras, de sus mensajes, es tremenda.

     Ahora ha decidido unilateralmente boicotear todo un sistema informativo, el más grande de España y para no ser menos, también ha decidido boicotear a la CNN por sus contactos.

     ¿Y si mañana gobernasen, qué paso sería el siguiente?

     ¿Perseguir a los quiosqueros? ¿crear grupos de iluminados que los marquen con una cruz? ¿insultar a sus lectores por la calle?

     Todo llegará, solo es cuestión de tiempo. Ya vimos lo que hicieron sus militantes con los supermercados que vendían cava.

     Sí, así es por mucho que no queramos verlo. Paso a paso, sin darnos cuenta, como las “grandes” manifestaciones de a cuatro peperos por metro cuadrado. La similitud con la propaganda goebeliana cada día se hace más patente, la de los medios, la de la iglesia que una vez más toma partido por lo más tenebroso de nuestra mente.

 

     Me dirán exagerado, claro.

 

     El problema no son los dirigentes de dicho partido, hombres de pasado oscuro, miembros de sectas secretas y ex militantes de la ultraderecha más reaccionaria de nuestra transición. No, esos no serían nada si no fuera porque en el país hay nueve millones de individuos que los votan.

     Los votantes del PP ya no pueden ignorar el carácter retrógrado, fascista y sanguinario de sus dirigentes. Lo de Irak, lo de la mentira y posterior utilización del 11M, lo esperpéntico del pedrusco de Perejil, las mentiras del Yak, su obsesión en malignizar todo lo que no está escrito en el idioma imperial...

     No, de ninguna manera, la realidad es que el votante del PP es un seudo fascista que quiere convertir la mentira en verdad, que desea ser dirigido sin necesidad de pensar, que preferiría mil veces no tener la necesidad de votar... Eso es el votante del PP: un hombre al que le da lo mismo la conservación del paisaje y de su tierra con tal que le recalifiquen la parcela, con tal que le rieguen el jardín con el agua de su necesitado vecino...

 

     Y no señores, eso no es ser conservador, eso es ser facha asqueroso y Polanco tiene razón .

     Ser conservador solo es pretender que aun vayamos con picos y palas, que a nuestros hijos les enseñen más catecismo que matemáticas, que les cuenten que España es una e indivisible, que en época de Cuaresma se encierren a las putas y que la investigación con células madre sea pecado. Pero, eso sí, que con las recalificaciones puedan mandar a sus niños a estudiar a Harvard y, de enfermar, curarse en Houston.

 

 

     Y un inciso a mi formidable maestro:

     Hoy escribo “eso” por desprecio y redundo porque quiero.

 

 

16 comentarios

Carabiru -

Vi yo también un documental en el que había gente que recogía las patatas desechadas despues de la cosecha.
Aluciné con el despilfarro. Eran patatas perfectamente comestibles!!!

Sobre lo del biodiesel. Hace unos días salió la noticia de que en Alicante habían conseguido uno que además de barato, compatible con los motores actuales, era fuente de oxígeno y consumidor de co2, dado que esta basado en algas.

Pena que estas cosas no interesen a las grandes multinacionales del petróleo...

Cecilia B. -

Y confundir 'democracia' con el respeto a las libertades civiles del individuo es otra aberración. La libertad de expresión de pensamiento no es patrimonio de los sistemas políticos democráticos sino que son consustanciales al individuo. La democracia sólo garantiza la alternancia en el poder de una forma pacífica entre formaciones políticas. Pero no es democracia un sistema en el que el sistema de recuento de voto perjudica a las minorías ya que les priva de unas condiciones mínimas de igualdad para acceder a puestos de representación en el Parlamento. Discutimos mucho de la Igualdad de Oportunidades y de la Igualdad de Derechos pero toleramos un sistema que es claramente discriminatorio con formaciones políticas minoritarias (que no por ello dejan de ser representativas).

En fin...

Cecilia B. -

Pero sólo cabe el enfrentamiento con el sistema en el momento de ejercer el voto. Y el voto en blanco, dado el sistema de recuento proporcional, suma.

Por ejemplo: dados los resultados de las elecciones generales anteriores y tomando Coruña como referencia, por ejemplo, se puede comprobar aplicando los criterios de la proporcionalidad que si toda la abstención hubiera sido voto en blanco, sólo hubieran sido elegidos 2 diputados y no nueve. ¿Qué se hace cuando el Parlamento no representa a nadie o no representa a la mayoría?

Juan Cosaco -

Yo estoy con Cecilia y con Pau cuando critican el sistema democrático bipartidista: pero si el PP y el PSOE muchas veces tienen acciones similares (ley de partidos, ley del trabajo bastura...).
Pero para poder cambiar todo esto y hacer una democracia más participativa, hay que pasar por concienciar a más gente; y ahí es donde la tendencia a la crispación y al pasotismo favorece a PPSOE.. el sistema se mantiene.
Y no pienso que la democracia sea mala de por si, sino que debe mejorarse, adaptarse al ciudadano y no al revés.
Salud!

pau -

Votar en blanco no es no votar, aunque hacer esto último podría ser, también, una opción tan legítima como cualquiera.
En el caso que un ciudadano no se considere suficientemente representado por los partidos políticos en liza, la mejor opción que le queda es votar en blanco.
El voto en blanco da que pensar, fuerza su contabilidad y avisa a los políticos que hay una cantidad de votantes que no aceptan la tomadura de pelo a la que son obligados aceptar.
Soy izquierdista, soy consciente de ello, voto a un partido de izquierdas nacionalista, pero no por aceptar el nacionalismo como ideología, que no lo soy, sino porque descubrí, hace años, que era el que más se acercaba a mis inquietudes sociales y administrativas, más que los comunistas y bastante más que los socialistas.
La democracia es eso, aceptar lo que el vecino elige y cree, y poder hablar con él de tiempo o sexo sin necesidad de matarse.
Un saludo.

Luna -

Al parece la dictadura se acabó hace 150 años y no el otro día.
Quizás un día, pueda tener la opción incluso de no votar o de votar en blanco, ahora TENGO la obligación de votar y en mi caso, votar izquierda.
No me gusta demasiado la izquierda que tenemos y sé lo que voto, lo sé perfectamente, aunque lo parece los españoles no somos tontos.
Ante una izquierda un poco así y le derecha que tenemos por delante, prefiero evidentemente lo que voto.
Aquí se ha puesto de moda no votar y me parece tan injusto...
¿No será que realmente lo que nos gusta es el fascimo, las barricadas, los detenidos, las torturas, las muertes sin sentido, un enemigo a combatir?

Se es que prefiero callarme..

Saludos

Cecilia B. -

Ese llamado 'voto útil' es la onsecuencia más directa de la partitocracia, de ese votar 'contra' en lugar de votar a favor de un partido. Porque cambias el voto hacia una formación que tiene más esperanzas de obtener un mayor número de diputados con el fin de que la otra formación no obtenga una mayoría 'suficiente'.

El sólo hecho de que los partidos reclamen una 'mayoría suficiente' indica qué enienden los partidos por 'democracia'.

Conseguir que el myor número de votantes 'contra' se queden en casa es una estrategia fantástica para conseguir esa alabadísima 'mayoría suficiente', el mismo tipo de estrategia que lleva a los votantes posibles en autobús desde aldeas remotas para que voten. La partitocracia sólo trata de sumar.

Y es la proporcionalidad, ese sistema franquista de recuento de votos, el que fagocita a los partidos pequeños y beneficia a los grandes. Y esto, de una forma u otra, conduce al bipartidismo, a los de la derecha a un lado y los de la izquierda al otro o más exactamente, los que están contra la izquierda a un lado y los que están contra la derecha en el otro. Los partidos nacionalistas, con sus imperfecciones brutales, rompen este modelo. Siguen la estrategia que Arzalluz diseñó en las primeras elecciones en las que ganó Ibarretxe: nacionalistas a un lado, no-nacionalistas al otro. Cualquier consideración izquierda/derecha se desintegra de tal forma que el voto no-nacionalista se reparte en, al menos, dos formaciones, y el nacionalista tiende hacia esa aberración que es el 'voto útil'.

En fin...

pau -

Tienes razón, no es la primera vez que en tus opiniones, no solo aquí, dejas en entredicho la partitocracia.
En otro tema llamaba la atención sobre la visceralidad del votante y la estrategia de los partidos para conseguir que los seguidores del contrario se quede en casa el día de las elecciones. Pero este es otro problema que, creo, nada tiene que ver con la partitocracia y mucho con la obsesión del bipartidismo o el voto útil.
Un abrazo.

Cecilia B. -

Lo peor es llamar a este bulo, a esto en el que se nos reclama el voto cada cuatro años, 'democracia' cuando no es más que una partitocracia. Eso garantiza que, sea cual sea el mensaje que cada partido difunda, será votado ya que no existe la posibilidad de votar 'a favor de algo' sino sólo 'en contra de'. De este modo, la izquierda no vota al PP y vota a cualquier otra formación (da igual cual) sólo para que el PP no gane unas elecciones. En la derecha se produce el mismo fenómeno, sólo para que el PSOE no gane. No importan consideraciones ideológicas ni mensajes. Así, hay un grupo de votantes que no quiere que el PSOE gobierne (sea quien sea el gobernante o el programa electoral que presente) y otro que no quiere que el PP gane. Muy pocos (los militantes, los utópicos) votan porque crean que el partido les representa ideológicamente.

Yo, desde luego, voto en blanco siempre: ninguno me representa ideológicamente y voto contra todos esos partidos que construyen esta partitocracia de tres al cuarto.

pau -

Creo que Respirando lleva razón cuando dice que no es cosa solo del PP.
Cada día se burlan de nosotros y de las instituciones que dicen defender, para ejemplo: el juicio contra Otegui.
Alba y Alvaro... cierto que muchas veces creemos que el contrario no piensa, es una tentación fácil que no comparto, de ahí viene mi alarma.
Mucho antes de publicar mis convicciones, tanto en Un gato como opinando en otros blogs, me dediqué a entrar y dialogar en foros del PP, periódicos derechistas y sitios dedicados a las finanzas...
No hace falta que diga más.
Uno de estos días abriré un tema sobre ello, no tiene desperdicio.

Respirando -

Ellos no se merecn lo que les pasa, es cierto, Juan. Pero nosotros tenemos la posibilidad que ellos no tienen: elegir.

Saludo.

Alba y Alvaro -

Lo peor es que se extiende el sectarismo y la sensación de enfrentamiento. Lo peor no es pensar distinto, es pensar que el otro no lo hace.

Saludos desde el agua

Juan Cosaco -

Tienen lo que se merecen todos esos millones de tercermundistas que mueren de hambre? los niños que nacen con sida? los futuros niños que recibirán un mundo cambiado climáticamente, sin agua?
La respuesta, dámela tú, pero yo la tengo clara.
Salud, y justicia!

Respirando -

Ayudar a dejar a creer en las instituciones, desde mi punto de vista y desgraciadamente, no es cosa sólo del PP, aunque también.

A mí, me tienen descreída absolutamente todos, pero sigo creyendo que la democracia es el único estilo posible.

¿Tenemos lo que nos merecemos? Pregunto...

Beso, Pau.

pau -

Son más y menos. Todos llevamos algo fascista en nuestro interior. Lo que salva a este país es que son idiotas y se les va la olla. Esperemos que siga así. El problema es que no necesitan ser mayoría, solo que el ciudadano deje de creer en las instituciones y la democracia, y lo saben.

Juan Cosaco -

Tienes razón, el peligro es que haya toda esa gente que les vota. Pero mira, perdieron en las generales, perdieron en Galicia, aquí, en Navarra, las encuestas les quitan la mayoría... creo que cada vez son menos, aunque nos quieran hacer ver que son cien millone s en las manifas.
Salud!