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UN GATO EN EL BALCÓN

LA NUEVA GLOBALIZACIÓN

 

 

    En mi pequeño país, somos muchos los que nos damos cuenta que la ciudadanía exige más al gobierno autonómico, incluso medidas y soluciones que no le corresponden, solo exigibles al gobierno central.

    Es sorprendente que eso ocurra en una comunidad donde vota tan poca gente. Pero no menos que el gobierno no se queje, que estudie e intente solucionar, mal que bien, dichas exigencias.

    El hecho que la ciudadanía reclame gestión a la Generalitat es bueno, y más, si esa no está traspasada. Ello significa que cada día dicha ciudadanía mira menos a Madrid, sabiendo que de allí poco se puede esperar. Como también que, cuando un país exige algo con tanta claridad, al gobierno de turno no le va a quedar más remedio que tomar, por las buenas o las malas, el poder que se le burla.

    Ha ocurrido con la tercera hora de castellano... lo que era de esperar. Ocurrirá con las líneas férreas de cercanías, el puerto y aeropuerto, la inmigración... con todo lo que atañe y afecta directamente a la comunidad autónoma. La descentralización es buena e inevitable, y como antes se solucione, menos problemas y tensiones sufriremos todos.

 

    Dicen que la nueva revolución es tecnológica, que la anterior fue industrial.

    La revolución tecnológica es parte de la primera, no independiente, pero sí provocadora de la nueva, la que está en curso ahora mismo, y en poco tiempo viviremos en toda su magnitud.

    La información ha acompañado la comunicación entre culturas como nunca anteriormente había sucedido. Millones de personas, en un corto espacio de tiempo, trasladan su familia y costumbres  a una nueva civilización. En pocos años la religión, hábitos, alimentación... predominantes cambiarán radicalmente. Está sucediendo en China, India... y ahora le toca a la misma Europa.

    Debemos estar preparados para asumir una invasión pacífica de nuestras fronteras culturales, organizar nuestras ciudades y pueblos, nuestras escuelas... ser exigentes en preservar nuestras costumbres y cultura; pero, a la vez, absorber sin traumas ni complejos las recién arribadas. Y eso solo se podrá conseguir rechazando los guetos urbanísticos, creando buenas infraestructuras de comunicaciones físicas, de manera que cualquier ciudadano, indígena o foráneo, pueda disfrutar y conocer el país, sus playas, montes, encantadores pueblos y museos; construyendo los nuevos barrios con servicios iguales a los antiguos, escuelas e institutos modernos, clubes deportivos... en los que sea tan fácil la entrada y circulación de los indígenas como recién llegados, sean estos de la cultura que sean.

    En mi país aun hoy estamos sufriendo la antigua y masiva entrada de inmigrantes de otras zonas de la Nación, habiendo sido estos alojados en barrios periféricos.

    Son bastantes los descendientes de aquellos inmigrantes que aun se sienten extraños y desplazados, rechazando la idiosincrasia y lengua, y odiando todo símbolo que transmita la cultura del país de acogida de sus padres. Y, curiosamente, hoy vemos a muchos de ellos que, para evitar su integración, exageran su incultura y se regodean de ella, cayendo en el ridículo al descubrir como multitud de magrebíes, eslavos y chinos abrazan la de acogida con fruición.

    Muchos catalanes se preguntan, entre sorprendidos y rabiosos, el porqué de este rechazo.

    La explicación viene, por un lado, en el esfuerzo de la clase pudiente, la burguesía catalana, por no mezclarse con el inmigrante foráneo, tratándolo despectivamente y con prepotencia. Y por otro, la rabia y desconsuelo del inmigrante, y su obsesión por trasladar su cultura a la nueva tierra como arma conquistadora.

    Era típico que, al pasear por algunos barrios del extrarradio barcelonés, te reprocharan que hablaras en catalán siendo español, y eso te lo decían casi escupiendo la palabra “español”.

 

    Esa experiencia, terrible en muchos casos, desgarradora y creadora de odios y ridículas incomprensiones, nos debería servir como aprendizaje para evitar lo que está sucediendo en todas las grandes capitales europeas: Berlín, París, Londres, Ámsterdam...

 

 

9 comentarios

Pcbcarp -

Disculpa: te respeto lo suficiente como para descuidar la terminología. No incidía en lo de "españoles" o "del resto de la nación", sino en lo que decías que, aunque comprendo y hasta comparto probablemente algunas cosas, me parecía un poco... no sé.. es un post pasado. ;)

Cecilia B. -

¡Y claro que 'inmigrantes del resto de la nación'! ¿Es que sólo se es 'inmigrante' cuando el pasaporte es distinto? jajajajaja

Pau -

Vaya...
"Inmigrantes del resto de la nación"
Intento ser cuidadoso y exacto por este orden. En este caso no ha hecho falta seguir orden alguno.
Un abrazo.

pcbcarp -

Pau, pau... Yo revisaría lo que has dicho acerca de los inmigrantes españoles...

Por otra parte, el tema de las autonomías, inventadas para descafeinar las de Cataluña y Euskadi, se ha convertido simplemente en un reparto del bo´tín que permite dar de comer a más políticos que si no existieran. Por otra parte, es un seguro que también permite salvaguardar los muebles cuando se pierden según que elecciones.

Luego están los gobiernos autonómicos exigiendo más transferencias de impuestos para rebajarlos o eliminarlos cuando los tienen para quedar bien con los votantes y, en seguida, exigir airadamente más pasta al gobierno "central" Véase Madrid, sin ir más lejos.

Un triste espectáculo. Pero lo consiguen, lo consiguen...

pau -

En Francia también llaman al gobierno de la Nación "central" y no está en el centro precisamente. No estamos hablando de semántica.

Como tampoco estoy rizando el rizo con juegos de palabras y comunidades de vecinos. Creo que hablo en serio y nos jugamos demasiado como para hacer unas risas con ello.

Si en mi casa quiero un televisor más grande porque soy corto de vista, no veo la necesidad de pedir permiso a la comunidad de vecinos, y más si esta, por politiquería o ineficacia, lo dará el día que ya no vea.
Si los lavabos de la piscina de la comunidad necesitan más fungicidas porque hay demasiados hongos, no veo la necesidad de pedir permiso al ayuntamiento de mi ciudad.
Si en mi ciudad existieran demasiados embarazos no deseados e infecciones de sida entre los jóvenes, no veo la necesidad de pedir permiso al gobierno autonómico para repartir condones por las discos.
Si los trenes de cercanías de mi comunidad autónoma no funcionan, no veo la necesidad de pedir permiso al gobierno central para mejorarlos...

No sé si tanto dogmatismo y recelo me podrá entender, pero ahí queda.
Un saludo.

Luna -

Si hablas de gobierno y hablas de Madrid, me creo que hablas del gobierno de la comunidad de Madrid y tantos problemas o más, podemos tener los que vivimos aquí con el gobierno central, creo que se llama así por estar en el centro de la península ibérica.
Saludos

hervejoncour -

En mi comunidad de vecinos tenemos problemas. Queremos poner una piscina en la cubirta y el ayuntamiento no nos deja. Queremos segregarnos, hacer nuestras propias leyes, mas autogobierno. Incluso vamos a empezar a hablar en Esperanto para diferenciarnos de los del edificio de enfrente.
El vecino del 1º que tiene un estanco en el bajo, se ha propuesto como presidente. Dice que se necesita alguien emprendedor y con capacidad de gestion para sacar adelante a la comunidad y poder sacar lo mas posible al ayuntamiento. Las demás comunidades de vecinos que se busquen la vida. Ellos por un lado y nosotros por otro.

Esto podría tener un siguiente episodio con la segregación de un solo piso de la comunidad, luego de cada habitación de cada casa y asi hasta el infinito...

No me parece ni bien ni mal, pero tampoco creo que sea la panacea. Yo creo que los politicos se aprovechan del nacionalismo para conseguir poder y punto. Sólo quiero que mejoren las cosas y me da igual que se hagan desde madrid o desde aqui... No necesito mas autogobierno!!!

pau -

¿Qué gobierno central, si ya existe?
¿Más gobiernos todavía?
¿Alguien discute el ser o no español?
Este tema está dedicado al futuro, no a un pasado superado, aunque muchos quieran vivir eternamente de él.

Luna -

No sería mejor poner gobierno central?
El gobierno central es de todos y despues cada sitio tiene su propio gobierno.
La verdad es que os pasan cosas raras, pues aquí también dicen que allí, cuando ven a alguno que no es catalán y des luego, siempre que voy, en cualquier lugar me hablan en castellano sin problemas.
Digo yo que por lo menos, si no sois españoles si sois ibéricos
Saludos